Actualmente es complicado encontrar un anuncio que llame la atención sobre otro y no precisamente porque todos sean buenísimos sino todo lo contrario en la mayoría de los casos. Por cierto, esto y lo de abajo es una opinión personal.
Y yo me pregunto, con la cantidad de gente buena o medianamente buena que me he encontrado durante la carrera- no es mi caso porque no me quiero dedicar a hacer anuncios- ¿por qué siguen siendo tan malos? Entonces me contesto a mi misma y sólo encuentro dos opciones: tienen a los de siempre haciendo anuncios que ya son mayorcitos y no se matan por innovar o, realmente hay gente buena en las agencias pero les obligan a hacer anuncios malos a punta de pistola.
Por favor, hay cientos de jóvenes que nos morimos por entrar en empresas de comunicación y que nos den una oportunidad, ¡sólo una! y estoy segura de que muchos de ellos podrían hacer cosas mil veces mejores que las que vemos cada día en televisión y por mucho menos dinero. Porque una cosa es la crisis económica y que no haya tanto dinero para invertir en publicidad, pero no nos engañemos, no hay crisis creativa, agencias enormes del mundo, salgan a la calle y contraten a jovenzuelos ansiosos de pasarse horas delante de un copy y crear algo diferente.
Y pensaréis que por qué digo yo esto si no soy una de esas personas que han estudiado publicidad para crear anuncios- porque no todos los que estudiamos publicidad queremos hacerlo- pues porque estoy harta de ver a gente que vale al rededor y que les tengan repartiendo cafés y casi pagando a las agencias para que les tengan de becarios a campo de «la experiencia», pero ¿qué experiencia es esa? ya está bien. Aunque bueno, cierto es que si nosotros mismos no nos revelamos, nadie nos tomará en serio nunca.
Por lo pronto hoy me apetecía quejarme así que ahí lo dejo.
He de decir que del poco tiempo que he tenido estos días para encender la tele y no precisamente porque esté de festival en festival, sólo he dado con un anuncio que por lo menos ha conseguido que aparte la vista del iPhone durante el descanso para verlo. A pesar de ser un tópico-típico emocional por lo menos he visto algo de trabajo detrás de este anuncio de ING Direct que dentro de lo que hay, es decente.
Hace 55 años no tenían prácticamente nada y hacían cosas tan sencillas y BUENAS como el anuncio de Think Small de Volkswagen Beetle, todo un clásico que se ha convertido en un icono publicitario y con razón. Estamos hablando de medio siglo atrás, ahora mismo contamos con infinidad de medios y de gente cualificada en este sector, por eso mismo no entiendo qué es lo que pasa.
Anímense a contratar a gente con ganas e ideas de verdad, están dejando pasar la oportunidad de que nos quedemos en nuestro país haciendo lo que queremos y nos vayamos a regalarles las ideas a la competencia. Allá ustedes.
